martes, 23 de mayo de 2017

Cuenta atrás...

Ha pasado más de medio año... Y quizá el más intenso que recuerde.
Siempre mis años han sido los pares, y no confiaba en este nuevo año que venía y menos con todos los retos que tenía por delante.
Primero, segundo de bachillerato. El curso más duro hasta ahora, que aunque ya acabado y aprobado, ha costado sangre,sudor y lágrimas,eso es innegable.
Estoy segura que el estrés lo ha vuelto aún más difícil de lo que es. El no saber como llevar los estudios con mi pasión,que es la danza.
Desde un principio veía que no iba a poder,que iba a ser incapaz de compaginar una cosa y otra y sacar las dos... Pues,el bachillerato está acabado y el examen de danza le tengo en apenas dos semanas.
El 4 de junio es el día. Otra vez, el día.
Después de 4 años vuelvo a tener ese día marcado en el calendario, en el que todo un esfuerzo de un año, se juega en 20 minutos.
Quizá también, este año es el curso más duro al que me presento y por el cual he dado la vida para que quede claro que amo la danza.
Lo conseguiré, porque puedo,porque me lo merezco y porque creo en mí, después de haber dudado,y de haber caído otras tantas veces.
No le tengo miedo,sí respeto,pero no miedo. El miedo es para los cobardes,y el cementerio está lleno de ellos...
No podrán conmigo tres jurados delante mío analizándome de arriba abajo a ver si tengo fallos,porque el ir sola,son más desventajas que otra cosa... Pero tampoco valen excusas.Solo esfuerzo y confianza.
No te tengo miedo Madrid,no te tengo miedo.
Serás tú quien me vea bailar una bonita mañana de resaca de Champions. Serás tu consciente de mi éxito.
Gracias a todas las personas que han confiado en mí,porque no les fallaré.
A por ello.
Siempre fuertes.

sábado, 17 de diciembre de 2016

Honor y gloria

Increíble.Indescriptible. Emocionante.
Estas son algunas de las palabras que pueden resumir la actuación de ayer. Han pasado menos de 24 horas y sigo con el corazón en estado puro.
2 horas y media antes estábamos ya allí y yo estaba nerviosa,pero no tanto como pensaba. Me peiné,maquillé,ensayé,calenté...Y se acercaba la hora,y veía detrás de las cortinas del escenario como el salón entero estaba repleto de gente esperando ver a sus hijas,hermanas,primas,sobrinas,nietas...,y ya fue cuando me empezaron a temblar las piernas. Pero notaba como que alguien me estaba apoyando desde la distancia,y sentía toda su fuerza. Quizá la gente que no pudo ir y le hubiese encantado verme bailar,como mi tío,que en paz descanse.
Antes de ir allí,mi padre me dijo que fuera siempre yo misma,y que lo disfrutara.Mi madre,que me creciera en el escenario,y mi hermano,que haría todo lo posible por ir a verme aunque fuera media hora.(Y sí,lo logró,y acabó llorando,que quien me iba a decir a mi que mi hermano iba a acabar llorando viéndome bailar)
Tenía muchas ganas ya de que me tocará mi turno,y a partir de ahí,disfrutar cada uno de los 7 bailes que me tocaban,y que saliera como de verdad lo sintiera en el alma.
Así que llegó el momento,nos colocamos y sonó la música,y me seguían temblando hasta las pestañas. Pero una vez que di el primer paso,sabía que iba a ser mi tarde,y lo fue;me comí el escenario,en cada actuación,a pesar de los fallos,que hice que no se notaran y debió de funcionar,porque cuando salí,mis propias compañeras decían que lo había hecho perfecto.Pero creo que la clave es esa,tener un fallo,y crecerte más y seguir,para que al final,el fallo ni se perciba.
Sí que es verdad que tenía que cambiarme muchísimas veces,e iba agobiada porque veía que no me da tiempo,pero sí,aun rompiendo las medias de los rápido que iba (y nerviosa),me dió tiempo.
Disfruté con cada baile,cada uno de su modalidad,ya fuera clásico,flamenco,bolera,o español,y me quedo con la satisfacción que sentí cuando acababas,sentías el foco en la cara y todo el mundo te aplaudía llegándome a inundar los ojos más de una vez,pero esta vez,de felicidad.
Ya el broche final de la tarde-noche,fue cuando salí y todo el mundo se me acercaba ,gente que incluso no
conocía, a darme la enhorabuena,y a decirme con una sonrisa de oreja que bailaba muy bien. Y sobre todo,todos los abrazos y besos de mis profes,mientras me decían que era una maravilla.
De verdad,que nunca pensé en todo esto,y que podía conseguirlo. La clave,fue confiar en mí y saber que podía hacerlo,y que los fallos,no me importaban. Me emociono mucho al pensarlo,porque como algunos ya sabréis,yo nunca he sido de confiar mucho en mí. Pero estoy segura que ayer,fue el principio de mi nueva vida,y que ahora sí,podré conseguir todo lo que me proponga.

martes, 6 de diciembre de 2016

Magia y miedo

Estoy a 10 días,de lo que probablemente sea uno de los retos más duros y difíciles de mi vida como bailarina. Digo uno de ellos,porque como bien cité en otras entradas,el examen que se hace en Madrid para obtener otro grado más de la carrera profesional,es otro grandísimo reto,en el que te enfrentas a 3 jueces que son los que juzgan si bailas lo suficientemente bien para conseguir otro escalón más,a parte de poner una nota a tu esfuerzo y sentimiento.Sabes que tienes que dar todo de ti,porque si no,no pasas,porque si no,te toca repetir. Te enfrentas a la presión, a tus propias inseguridades,miedos,a tu propio yo. Y sí,creo que no hay nada más difícil que ese examen,ni tampoco nada más satisfactorio cuando lo consigues.
Pero del que vengo a hablar hoy,tampoco se queda atrás;El 16 de este mes,mis compañeras y yo,actuamos delante de todos nuestros familiares y amigos encima de un escenario.No parece tanto si no tienes en cuenta que nunca nos hemos subido a un escenario,porque durante todo el año entrenamos para junio,el examen,y nunca nos han visto nuestros padres bailar,a no ser que hayas tenido la suerte de ir al examen y representas lo que has hecho en el examen,pero en  la misma clase,no en un escenario bajo focos.
Esta vez,son cosas nuevas,diferentes,que nunca han visto,de un nivel espectacular y sobre todo,con poco tiempo para prepararlo,acostumbradas a un año entero de preparación...y por lo tanto,tienes la presión de querer hacerlo mejor que nunca. Porque sabes que desde abajo,los ojos de tu hermano te buscarán a ti bajo el foco para después poder decir que qué bien lo ha hecho su hermana,que el corazón de tu madre le tendrá en un puño al ver a su hija bailar y que los ojos de tu padre se inundarán de lágrimas por el simple de hecho de ver a su hija disfrutar y ser feliz con lo que ella ha elegido. Porque a ellos les da igual lo bien que lo hagas,ellos quieren verte disfrutar...Pero por esa misma razón,por lo menos yo,quiero hacerlo lo mejor que sé,hacer cada paso como si me fuera la vida en ello, y no permito ni un solo fallo en todos los bailes que tengo que hacer,porque quiero que se sientan orgulloso de mi. 
Muchísimas veces me han dicho que soy muy exigente conmigo misma,incluso mis padres,tanto como bailarina como estudiante,pero es que no les quiero defraudar por nada de este mundo.
Puede que no sea para tanto,puede que muchos lo vean como una tontería,pero para mí es un reto a superar,porque eso conlleva saber controlar tus nervios y sobre todo superar tus miedos e inseguridades,y en eso al fin y al cabo,consiste la vida.
Espero que este diciembre,acabe como se merece,y que pueda decir que al menos,en 2016, he conseguido todo lo que me he prepuesto.
Y ya para finalizar,¡feliz navidad compañeros!
Resultado de imagen de escenario sala borja valladolid

jueves, 29 de septiembre de 2016

Retomando el camino.

¡Vuelvo por aquí!
Después de dos meses de vacaciones,llegó por fin septiembre y su rutina,con cara agria,pero con nuevos comienzos y nuevos grandes retos,como todos los años.
Deseaba que llegase el día uno de septiembre para poder empezar a entrenar,y ponerme otra vez en forma en cuanto antes. Y sobre todo,porque lo echaba de menos como cuando se va algo que sabes que no va a volver.Pero en este caso sí.
¡Y ya ha pasado casi un mes desde el inicio! Y es un mes menos del objetivo final,en junio,en Madrid. Poquito a poco,y siempre en ello.
La verdad es que tenía (o tengo,todavía),bastante miedo este año. Sé que va ser muy duro y dificil ya que se me va a juntar el examen de danza,y el examen de la "reválida" o de lo que lleguen a poner,si llegan,en junio. Y no hay forma de cambiarlo,ni de esquivarlo,simplemente afrontarlo día a día sin pensarlo. Supongo que conseguir un reto propuesto consiste en eso precisamente. En centrarse,orginazarse,y no tener miedo.
Este año tengo muchísimas ganas de esforzarme,tanto en los estudios como en la danza,porque que creo que será un año inolvidable lleno de ilusión.
Así que solo queda seguir trabajando día a día sin permitir que nadie ni nada nos robe la ilusión.

sábado, 11 de junio de 2016

Vivo por ella.

Lo primero de todo pedir perdón por tardar tanto en publicar otra entrada,pero he estado muy ocupada y no he podido escribir antes.
En las otras dos entradas cuento mi experiencia con la danza y hoy voy a hablar de lo que significa para mí en general,aunque muchos os lo imaginéis ya.
Cierto es que cuando uno es pequeño,no tiene mucha consciencia de lo que hace,ni de lo que significa. Tiene claro lo que le gusta y lo que no,y ya está. Pues es lo que me pasó a mi. Yo sabía que eso me gustaba,y quería seguir bailando hasta que pudiese.Pero no sabía valorarlo,ni sabía muy bien tampoco lo que significaba para mí.Un deporte que te gusta y ya está.
Hasta que vas creciendo,y te das cuenta de que no es un deporte. Un hobby. Ni tampoco algo pasajero. Cuando de verdad sientes pasión por lo que haces,es muy difícil plasmar con palabras esa pasión. Y sé que muchos,los del corazón más sincero,me entenderán.
La danza para mí,es todo lo bueno y todo lo malo que te puede pasar. Que te protege hasta conseguir lo que quieres,pero antes,te da palos hasta que aprendes. Es como una madre. Mi segunda madre.
Esté como esté anímicamente,hace que se me olvide todo. Hace que deje los problemas detrás de la puerta de cada clase,y que a partir de ahí solo piense en bailar,bailar y bailar...y mi único problema sea hacerlo lo mejor que puedo y sé. Es como un abrazo en el momento perfecto,un suspiro necesario,como aquel verso que no puede faltar en la poesía más bonita.Ese cosquilleo en el estómago.Es como que se para completamente el tiempo,es como magia....Y sé que muchos pensaréis que vaya exageración,que qué locura. Pues permiteme decirte,que si tu no sientes lo mismo al hacer lo que te gusta,verdaderamente no estás poniendo pasión,ni sentimiento. Porque todos deberían enamorarse de lo que hacen,y de lo que les gusta.Porque no todo es enamorarse de un chico o una chica. Es mucho más fácil que eso.Y yo estoy enamorada de la danza. Y no sabéis lo que me duele cuando me falta...
Siempre me ha dado miedo hablar sobre mis sentimientos,y más en este aspecto de mi vida. Por todas las críticas que me puedan caer,o qué pensarán. Porque sin hablar de ello,me han tachado ya de muchas cosas y han criticado lo que a mi más me gusta,incluso gente que hoy en día se consideran mis amigos.
Me han tachado de niña de papá,de pija,de ser demasiado sensible...Pero lo que más me duele no es eso,lo que más me duele es que me digan que la danza no es un deporte,que ahí llega cualquiera,que vaya tontería,que a quién se le ocurre meterse,si ahí no se hace nada.Que qué aburrimiento.
Perdona que te diga,pero para ser bailarina,no hace falta tener muchísimo dinero,ni ser la más bonita,ni la que mejor vista con las mejores joyas. Que desde fuera se ve muy bonito y muy elegante,pero créeme que detrás hay un esfuerzo que requiere ser muy fuerte,físicamente,pero sobre todo psicológicamente. Y perdona,pero hay un entreno diario de muchísimas horas para que después llegues y digas,que no,que no se hace nada. Y sobre todo perdona,porque haya elegido a la danza como acompañante de vida. Porque si pudiera elegirla otra vez,la escogería mil veces más....

domingo, 5 de junio de 2016

Por amor y valor al arte,volví...

Cómo ya comenté,en todo hay una parte que es mejor no recordar,pero que quizá viene bien,para darse cuenta de las cosas.
Después de examinarme en tercero de elemental,el cual aprobé,acabé la temporada, en junio como siempre,y a esperas de qué llegará un nuevo año,en septiembre. Cuando empezó tenía las mismas ganas de siempre,eso es indudable.Pero yo tenía a penas 13 o 14 años y a esa edad pasan muchas cosas por la cabeza,tonterías tal vez,cosas de niña. Y pasaban los meses y algo pasaba,porque no salía con la misma sonrisa después de clase,muchas veces,salí llorando. Y cada día me daba más....no miedo,si no desgana ir a clase. Mi madre no me veía bien,y yo tampoco.
Creo que me superó la situación. El cambio de tercer grado de carrera a cuarto es inmenso,por lo cual hace falta muchísima intensidad,fuerza,valor...y lágrimas. Yo era consciente de a lo que me iba a enfrentar,un año durisimo,pero quizá no era para mí. Cada clase,era un esfuerzo mayor del que podía dar,porque no era fuerte,no tenía seguridad en mi misma,no me veía capaz de poder superarlo y lágrimas incontables cayeron de mis ojos. Ojo,no lloraba por la intensidad y fuerza que me metían mis profesoras,porque ellas siempre han querido que fuera una bailarina de 10. Lloraba porque era una niña y simplemente,era demasiado débil.Era.
Mi madre me dijo que no podía seguir así,que el baile,era sufrir para más tarde,disfrutar el doble. Que era duro,pero no tanto como para romperme en pedazos. Y fue cuando me dijo:"Belén,déjalo".
Mis padres siempre me han apoyado,y cuando digo siempre,es desde el primer minuto que bailé,hasta el ultimo que bailaré. Tengo la suerte de que nunca me han fallado. Que han creído en mí,más que yo misma,que me han visto en el suelo destrozada hasta en lo más alto tocando el cielo. 
Yo quería seguir,a pesar de lo que me había dicho mi madre,quería aguantar,quería demostrar que podía.Cómo iba a tirar por la borda tantos años bailando,tanto conseguido...Y sobre todo,como iba a decepcionar a todo la gente que ha estado siempre a mi a lado,a mis padres y hermano,a mi tío que desde el cielo sonreía cada vez que me veía bailar...Pero no,no pude. 
No deseo a nadie tener que abandonar su sueño,porque es lo más duro que te puede ocurrir. Tener que abandonar por falta de seguridad en ti misma.
Mi hermano me abrazó y entre lágrimas me dijo:"Volverás".
Mi madre se lo dijo a las profesoras,dijo que igual era una nube negra,que me hacía falta descansar,y que igual volvía en dos semanas,o en dos meses.
No fue en dos semanas,ni dos meses,fue en dos años. Pero volví.Volví.
Fue en enero del año pasado cuando de repente pasó algo por mi cabeza que hizo que volviera a despertar el sentimiento que tenía dormido en mi corazón."Mamá,quiero volver,por favor"
Tenía muchísimo miedo por la reacción que pudieran tener mis profesoras,cómo me iban a recibir,como iría todo...
Fuimos mis padres y yo a comunicárselo,y joder,me recorrió un cosquilleo por el cuerpo entero nada más entrar a la escuela. Y me eché a llorar cuando me abrazaron y me dijeron:"Bienvenida a casa otra vez,creemos en ti,y volverás a ser mucho mejor que antes".
El problema siempre ha estado en mí,todo el mundo creía en mi,menos yo...Y ya era hora de cambiar eso.
Actualmente,sigo bailando con más ganas que nunca,y luchando por ir a cuarto la temporada que viene. Al principio pensé que qué dos años más tirados a la basura a lo tonto,pero en verdad me han ayudado a ser más fuerte,y sobre todo a tener más valor.
A veces hace falta frenar,descansar,y coger mucha carrerilla...Y sobre todo,no mirar atrás.

jueves, 2 de junio de 2016

El principio de una vida...

Todo comenzó cuando apenas tenía 6 o 7 años,y en el colegio había una actividad extra escolar que me llamaba más la atención que ninguna. Ballet.
La dije a mi madre que quería apuntarme,que yo quería ser bailarina,como esas que salían en la tele subiéndose en sus pies,con esos movimientos tan perfectos y elegantes. Así que así fue,en ese momento ni me imaginaba donde me había adentrado,ni mucho menos lo que me esperaba.
La verdad es que guardo esa etapa de mi vida con cariño,pero sinceramente,no era un ballet profesional,si no que era más bien para tener a las niñas como yo entretenidas,y poco más. Me acuerdo de que hacíamos juegos,en vez de entrenar y cosas por el estilo. Como ya he dicho,siempre estaré agradecida a poder apuntarme,aunque no hiciéramos nada comparado con el baile,porque es lo que me guió más adelante a saber cual era mi sueño realmente. De este momento guardo un pequeño tutú de una actuación que hicimos para el propio colegio(en la imagen se puede ver,y también lo feliz que me hacía desde pequeña bailar)
Esa etapa acabó porque mis profesoras no podían seguir dando clase,entonces,yo,con 10 años,decidí presentarme a unas pruebas en el conservatorio de danza,pero como era previsto,no me cogieron porque no tenía ninguna base.
Entonces,encontré (más bien mi madre) una escuela,en la que actualmente sigo,a la cual estaré eternamente agradecida.
Siempre he sido una niña muy tímida,a la que la dan miedo los cambios,y tenía bastante vértigo,y miedo a lo que podría esperarme,ya que yo a penas sabía sobre danza e iba a ir a una escuela profesional.
Desde el primer momento que pisé la escuela,mi vida cambió para siempre...
Yo nunca he creído en mi misma,y nunca pensé que podría superarme,hasta que poco a poco vi como fui mejorando y por fin pasó por mi cabeza la idea de poder ser bailarina de verdad. Y sobre todo,esto se lo agradezco a mis profesoras,que han creído en mi,y me han hecho crecer,como persona,y como bailarina,que me han hecho llorar,pero de felicidad.
 Mis compañeras y yo en la actuación del cole.
Hago 4 especialidades de danza;español,clásico,flamenco y escuela bolera. Cada cual tiene lo suyo y ya explicaré cual me gusta más,más adelante...La cuestión es que iba,y voy,con unas ganas e ilusión todos los días a entrenar,como si fuera el primero,que tendría que ser una obligación que todo el mundo sintiera lo que siento yo al bailar.
Al ser una carrera profesional,existen exámenes,que se hacen cada año,y significa un pasito más hacia adelante...y lo orgullosa que te sientes de ti misma cuando ves que vas avanzando por ese camino que tanto quieres,y también de ver a todos esas personas que se han quedado tan atrás al decirte que nunca llegarías,que es muy difícil....y sigues ahí.
Hoy he contado la parte bonita,otro día,contaré la parte triste,que como todo,también la tiene.
¡Hasta pronto...!